
La reconocida elaboradora de gaseosas Interlagos, de la firma Embotelladora Comahue, de Cipolletti está al borde del cierre. La mayoría de los trabajadores se encuentran con medidas de fuerza por falta de pago, mientras que sólo los trabajadores mas antiguos están en sus puestos.
El empresario Néstor García lucha por mantener su labor en la actividad industrial; además de la embotelladora Comahue tiene la distribuidora García y Compañia, las dos están en convocatoria de acreedores, y la productora de agua mineral Santo Tomas, otra de las empresas de la familia García, ya cerró las puertas dejando 16 familias en la calle.
“En estos momentos, está trabajando la mitad del personal. En la embotelladora solamente está funcionado un turno de producción, cuando antes eran tres. Somos la única empresa que no hemos despedido trabajadores. En su momento, cuando el año pasado se desató la crisis, algunos nos decían que recortáramos un 30 por ciento o un 40% la cantidad de obreros, pero no lo hicimos. Nunca lo hicimos en nuestra historia y quizás esta vez ha sido un error garrafal porque esta crisis parece que no vamos a poder superarla”, manifestó García.
La empresa, que elabora la gaseosa Interlagos, es una de las mas emblemáticas de Cipolletti, y atraviesa la crisis mas grave, que podría terminar siendo terminal de no revertirse la situación, de toda su extensa actividad desde los comienzos en la década del ´60.
El Diario La Mañana de Cipolletti publicó hoy que la fábrica de Interlagos debe pagar como promedio 400.000 pesos por sus consumos de electricidad, mientras que por el abastecimiento de agua, abona $100.000 mensuales. ademas de otros costos normales en este tipo de desarrollo industrial que se han visto incrementados desde mediados del año pasado.
“Nos estamos quedando sin fuerzas para seguir adelante, cada vez más siento que estoy luchando contra la corriente”, enfatizó García, dejando en claro que la posibilidad del cierre total está en el horizonte. “Todo lo que está pasando lo veníamos venir. Está crisis va a terminar con todo. Es muy difícil. Yo y mi familia estamos sometidos a un fuerte estrés”, concluyó.